Un amplio estudio relaciona la vacuna contra la Covid-19 con el riesgo de padecer distintos eventos cardíacos como miocarditis, pericarditis o arritmias. La investigación en torno a este tema ha sido constante desde el inicio de la pandemia. La atención científica en este sentido ha sido habitual desde entonces.
Esta investigación concreta publicada en Nature Medicine subraya, por ejemplo, el aumento del riesgo de miocarditis después de recibir la primera dosis de vacunas de adenovirus y ARNm, en este caso, más aún después de la segunda dosis. En cuanto al incremento del riesgo de pericarditis o arritmias cardíacas después de la vacunación, no se ha encontrado evidencia, excepto en los días 1 a 28 después de una segunda dosis de la vacuna mRNA-1273.
Otra de las conclusiones es que existe un mayor riesgo de miocarditis, pericarditis y arritmia cardíaca después de la infección por SARS-CoV-2. Asimismo, el mayor riesgo de miocarditis después de la vacunación fue mayor en personas menores de 40 años.
Este estudio evalúa la asociación temporal entre la vacunación contra la COVID-19 y los eventos adversos cardíacos mediante ingresos hospitalarios con diagnósticos de miocarditis o pericarditis y arritmias cardíacas. La miocarditis es un trastorno inflamatorio del miocardio que comúnmente resulta de una infección viral, enfermedades sistémicas inmunomediadas o tratamientos inmunomoduladores. Ocurre con mayor frecuencia en hombres, lo que puede ser consecuencia de diferentes efectos de las hormonas sexuales sobre el sistema inmunitario.
De los 38.615.491 individuos vacunados incluidos en este estudio, 1.615 (0,004%) ingresaron en el hospital con miocarditis o fallecieron a causa de ella en cualquier momento del período de estudio (ya sea antes o después de la vacunación); 397 (0.001%) de estos ocurrieron en los 1-28 días posteriores a cualquier dosis de vacuna. De los 1.615 que ingresaron o fallecieron, 359 (22,2 %) tenían una prueba de SARS-CoV-2 positiva, siendo 287 (17,8 %) antes de la vacunación. Hubo 114 muertes con miocarditis registradas en el certificado de defunción como causa de muerte (23 tenían una prueba de SARS-CoV-2 positiva). De los que ingresaron con miocarditis o fallecieron a causa de ella en los 1 a 28 días posteriores a la vacunación, el 12,7 % (18) y el 10,7 % (9) tuvieron una prueba de SARS-CoV-2 positiva antes de la primera y segunda dosis de la vacuna ChAdOx1, respectivamente, y 7,4% (7) antes de la primera dosis de vacuna BNT162b2.
Pericarditis y arritmias
De las 38.615.491 personas vacunadas incluidas en este estudio, 1.574 (0,004%) ingresaron en el hospital con pericarditis o fallecieron a causa de ella en cualquier momento del período de estudio (ya sea antes o después de la vacunación); 356 (0,001%) de estos ocurrieron en los días 1-28 después de cualquier dosis de vacuna. De los 1.574 que ingresaron o fallecieron, 188 (11,9 %) tenían una prueba de SARS-CoV-2 positiva, siendo 154 (9,8 %) antes de la vacunación. Hubo 31 muertes con pericarditis registradas en el certificado de defunción como causa de muerte (6 tenían una prueba de SARS-CoV-2 positiva).
Por otro lado, 385.508 (1,0%) ingresaron en el hospital con arritmia cardíaca o fallecieron a causa de ella en cualquier momento del período de estudio (ya sea antes o después de la vacunación); 86.754 (0,2%) de estos ocurrieron en los días 1-28 después de cualquier dosis de vacuna. De los que ingresaron o fallecieron, 39.897 (10,3%) tenían una prueba de SARS-CoV-2 positiva, y 29.694 (7,7%) tenían una prueba positiva antes de la vacunación. Hubo 7.795 muertes con arritmia cardíaca registrada como causa de muerte (1.108 tenían una prueba positiva de SARS-CoV-2).