El hígado, junto con el pulmón, es de los órganos más frecuentemente afectados por el cáncer. La mayor parte de las veces, el cáncer no se origina en el propio hígado, sino que se invade por la metástasis proveniente de tumores originados en otras localizaciones del cuerpo.
En cuanto a los tumores primarios del hígado, el hepatocarcinoma es el más frecuente (80-90% de los casos), seguido por el colangiocarcinoma, el angiosarcoma y el hepatoblastoma (este último, raramente ocurre en la edad adulta).
Según el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2019’ publicado por SEOM, la incidencia estimada de cáncer de hígado en España fue de 6.499 casos (4.869 varones y 1.630 mujeres) suponiendo el 2,3 % de todos los cánceres y el undécimo por orden de frecuencia en los tumores sólidos.
La mortalidad estimada, en conjunción con los tumores de vías biliares intrahepáticas, en el año 2017 fue de 5.192 casos, de los que el 4,5 % de las muertes corresponden al cáncer (3.584 varones y 1.608 mujeres).
Factores de riesgo
El hígado es uno de los órganos del que el ser humano no puede prescindir para vivir. Situado en la parte superior derecha del abdomen, tiene diferentes funciones. Desde la formación de sales biliares y eliminación de los desechos durante la digestión, hasta el almacenamiento de hierro y la regulación de la coagulación sanguínea.
Se estima que entre el 60 y el 90 por ciento de los hepatocarcinomas están asociados a la cirrosis, proceso por el cual las células dañadas del hígado son reemplazadas por tejido cicatricial. Un intento, por parte del órgano, de cicatrizarse a sí mismo.
El consumo de alcohol es la causa de origen no vírico más importante de cirrosis. Y, por tanto, de desencadenar cáncer de hígado.
Asimismo, la hepatitis B y C se añaden a la lista de causas de cirrosis, por lo que también están asociadas al hepatocarcinoma.
De hecho, las personas portadoras del virus de la hepatitis B presentan un riesgo aproximadamente 100 veces superior al de la población general de desarrollar cáncer primario del hígado, según los expertos de la SEOM.
Otras causas de cáncer de hígado menos frecuentes son:
Prevención
Por otra parte, los oncólogos advierten de que el incremento de la prevalencia de la obesidad y diabetes en los últimos años ha dado pie a que la incidencia de enfermedades que pueden conducir al desarrollo de un hepatocarcinoma aumente. Una situación que prevén que empeore en un futuro próximo.
Por ello, los expertos insisten en adoptar las medidas preventivas convenientes para evitar este cáncer mortal. Medidas que están en la mano de los propios pacientes.
En las zonas geográficas de alto riesgo, se recomienda:
Para aquellas zonas de riesgo bajo, en las que la SEOM incorpora a España, se aconseja sobre todo reducir el alcoholismo y la obesidad entre la población.
Entre los consejos generales para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, podemos incluir:
Seguimiento
Para aquellos pacientes que sufran de cirrosis o de hepatitis B, los expertos de Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) y de la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas (ASSCAT) recomiendan hacer un seguimiento ecográfico semestral.
El objetivo de esta revisión es el de reducir la mortalidad relacionada con el cáncer, así como las limitaciones de la radiología, especialmente en los tumores pequeños.