Avances en la atención cardíaca infantil durante el tratamiento oncológico
El cáncer infantil presenta una realidad preocupante en cuanto a las complicaciones cardíacas, con sobrevivientes enfrentando un riesgo notablemente elevado de insuficiencia cardíaca y enfermedades cardiovasculares en comparación con la población general. El estudio, recientemente publicado en JACC Advances, se enfoca en la evaluación, detección y seguimiento de estas afecciones en niños sometidos a diversos tratamientos oncológicos, incluyendo terapias moleculares, inmunoterapia, quimioterapia y radioterapia.
Bajo el liderazgo del Murdoch Children’s Research Institute, un grupo de expertos multidisciplinario ha desarrollado pautas clínicas destinadas a identificar a los pacientes pediátricos con cáncer que están en mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardíacas, estandarizando los métodos de detección y proporcionando recomendaciones para salvaguardar la salud cardiovascular de estos pacientes vulnerables.
La profesora Rachel Conyers, integrante del equipo investigador, enfatiza la necesidad urgente de una vigilancia rigurosa de la salud cardíaca en niños debido a la rápida aparición de efectos secundarios cardíacos asociados con las nuevas modalidades terapéuticas contra el cáncer.
La cardio-oncología, una disciplina emergente y multidisciplinaria, busca abordar de manera proactiva las complicaciones cardíacas en niños durante y después de la terapia contra el cáncer. El estudio, llevado a cabo mediante un meticuloso proceso de consenso Delphi con la participación de expertos de Australia y Nueva Zelanda, ofrece directrices específicas para la evaluación y gestión de estas complicaciones, destacando los riesgos vinculados con ciertas terapias, como las quimioterapias con antraciclinas.
Este avance reviste una importancia crucial en la mejora de los resultados de salud para los sobrevivientes de cáncer infantil, enfatizando la primacía de la prevención en el cuidado de estos pacientes. Representa un paso significativo hacia adelante en la atención integral de los niños con cáncer, promoviendo una mejor calidad de vida y mayores posibilidades de recuperación.